Las
firmas presentan sus campañas donde estos colores son los protagonistas.
Lo vimos en Louis Vuitton, más tarde en Topshop y Sandro y ahora le toca el turno a Jill Stuart.
Daphne Groenveld es la encargada de dar forma a
esta campaña donde, al igual que ha hecho Arizona Muse en Isabel Marant,
posa y reposa dentro de un
coche años 50. Parece que
la moda no entiende de originalidad y unos se copian a los otros y al
final acabamos viendo lo mismo con nombres distintos.
Colores como el amarillo, el rosa o el turquesa decorarán las perchas de todas las tiendas internacionales: ya sea
low-cost o
high-cost estas
tres tonalidades serán las reinas del pastel.
Mario Sorrenti ha sido el encargado de tomar estas imágenes.