Roberto Cavalli apuesta por una pasarela llena de colores suaves y ligeros, con grises perlas, nude, blancos y negros como contrastes, el verde mint y el rosa palo, las siluetas son femeninas y precisas porque se dedica a sacar el mejor partido de ella, los vestidos largos destacan de la mano de caftanes y de los pantalones con volumenes adecuados, la puesta en escena es hermosa digna de una pasarela de lujo y de elegancia, para la noche destaca lo brillo y los detalles en piel. (Colección Otoño Invierno 2013-2014)
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Fotos de Vogue